
Este insecto, que se creía exclusivo de la isla de la que recibe el nombre, fue considerado extinto en 1920 tras una plaga de ratas, habiendo sido hasta entonces muy común (tanto que se utilizaba como cebo para la pesca). Sin embargo, a partir de la década de los 60, escaladores llegados al cercano islote de la Pirámide de Ball afirmaron haber visto insectos muertos que podían pertenecer a esta especie. Por fin, en 2001, una expedición científica encontró, bajo un arbusto, la única comunidad de insectos palo de la isla de Lord Howe conocida, consistente en 27 ejemplares, por lo que no es arriesgado decir que estamos hablando del insecto más escaso y raro del mundo.
La Pirámide de Ball, por otra parte, es uno de los lugares conocidos más aislados del planeta. Al igual que la isla de Lord Howe, de la que está separada por 23 kilómetros, es administrada por el estado australiano de Nueva Gales del Sur, y aunque es un codiciado destino para escaladores de todo el mundo, debido a su flora y fauna se han limitado muchísimo las licencias para poder visitar la isla.
Aquí podéis ver la Pirámide de Ball. Al fondo, la isla de Lord Howe con sus dos montes característicos, Lidgbird y Gower.
